Un agricultor sabe como nadie, que para obtener el mejor fruto, hay que plantar la mejor semilla. Así, apostamos por uno de los valores que nos hace únicos: Nuestro ciclo agrícola integral. Un semillero propio que nos permite garantizar la calidad de todo el proceso productivo desde antes que nazca el fruto.
Tras semanas al cuidado de la tierra, de velar por cada cultivo, del trabajo en equipo que mantiene en producción más de 2.000 hectáreas propias al Sur del Mediterráneo…La meta final para el agricultor es recolectar fruta o verdura que el consumidor reciba en su mesa, con la misma confianza y calidad que si procediese de su propio huerto.
Con esta filosofía nació esta empresa que gracias a su misión, basada en una agricultura responsable, utiliza la última tecnología para optimizar los recursos naturales. Trabajamos para devolver a la tierra lo que nos da la tierra.